Hace varios años que venimos oyendo que el control sobre nuestra salud bucodental puede mantenernos más sanos a nivel general. Ahora contamos con datos que lo demuestran. Y es que resulta que visitar al dentista cada seis meses puede llegar a salvarnos de una neumonía. El riesgo de padecer neumonía se reduce hasta en un 86%, según el estudio probado en pacientes y realizado por la Universidad de la Mancomunidad de Virginia, en EE.UU.
¿Cómo el dentista puede reducirte el riesgo de padecer neumonía?
Los motivos son evidentes: la boca, y sobre todo nuestras encías, son el primer contacto de las bacterias que causan las caries y la periodontitis. Pero eso no es lo peor. Si no cuidamos la higiene bucal, el siguiente paso son patologías más graves como enfermedades cardiovasculares.
El dentista puede ayudar a controlar estos microorganismos que se dispersan a lo largo del organismo y pueden llegar hasta los pulmones, provocando por ejemplo esa neumonía. Esta vinculación es sumamente importante y digna de ser tenida en cuenta, ya que se puede llegar a prevenir incluso distintos tipos de cáncer. En este sentido, ya se han puesto en marcha campañas de información.
La propia Sociedad Española de la Periodoncia y Osteointegración (SEPA) pidió recientemente que se visitara al odontólogo como figura clave para la salud en general. La institución considera esencial sensibilizar a la sociedad de la influencia que la salud bucodental tiene en las alteraciones de nuestro sistema.
Sin duda, este es un tema sobre la mesa de muchas personas y familias completas, más aún cuando ya en 2015 se recogían datos que representaban al 61% de la población preocupada mucho o bastante por su salud general, e inquieta por su salud bucal. Se trata de una lucha constante contra un mercado que traduce el mantenimiento de nuestra salud como un bien de consumo y no como lo que es, un preciado valor que hay que mimar y colocar en nuestro podium de preocupaciones.
El papel del profesional de la higiene dental, por tanto, debe escalar posiciones en la promoción de la sanidad. Tan sólo así se conseguirá educar al ciudadano y concienciarlo de la necesidad de acudir a las revisiones bucodentales. Así, por ejemplo, reducirás el riesgo de padecer neumonía.
